Si, pues, tus labios confiesan que Jesús es el Señor y crees en tu interior que Dios lo hizo resucitar triunfante de la muerte serás salvado. Porque se necesita la fe interior del corazón para que Dios restablezca en su amistad y la pública confesión de esa fe para obtener la salvación. (Romanos 10:9-10) […]