Pero en seguida Jesús les habló, diciendo: ¡Tened ánimo; yo soy, no temáis! (v. 27). Durante un invierno especialmente frío, me aventuré a ir al Lago Michigan para verlo congelado. Envuelta con ropa abrigada, en la playa donde habitualmente tomaba sol, la vista era espectacular. El agua estaba en verdad congelada y con olas que […]