¡Tened ánimo; yo soy, no temáis! (v. 50). Nuestros cuerpos reaccionan cuando nos sentimos amilanados o con miedo. Un nudo en el estómago, sumado a palpitaciones y respiración profunda, indica un estado de ansiedad. Nuestra naturaleza física impide que ignoremos esos sentimientos de inquietud. Los discípulos sintieron oleadas de temor la noche después de que […]