… ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos?… (v. 10). Cuando nuestro hijito mordió por primera vez un gajo de limón, frunció la nariz y sacó la lengua. «Puaj», dijo, por lo amargo. Me sonreí y quise tomar el trozo de fruta, con la intención de tirarlo a la basura. «¡No!—gritó […]