Terminar con fuerza

La escritura de hoy:

Cuando estoy por completar los 40 minutos de ejercicios, casi puedo garantizar que mi instructor gritará: «¡Terminen con fuerza!». Todos los entrenadores personales o grupales que he conocido usan esta frase poco antes de finalizar. Saben que el final del ejercicio es tan importante como el principio, y que el cuerpo humano tiende a bajar el ritmo o aflojar cuando ha estado en movimiento por un tiempo.

Lo mismo sucede con nuestro andar con Jesús. Pablo les dijo a los ancianos de la iglesia de Éfeso que necesitaba terminar con fuerza camino a Jerusalén, donde enfrentaría persecución por ser apóstol de Cristo (Hechos 20:17-24). Sin embargo, no se desanimó. Su misión era terminar el viaje que había iniciado y cumplir con el llamado de Dios. Su tarea era «dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios» (v. 24), y quería terminar fuerte. Aunque le aguardaban dificultades (v. 23), siguió corriendo hacia la meta; enfocado y decidido a permanecer firme en su viaje.

Ya sea que ejercitemos nuestra musculatura física o desarrollemos las habilidades que Dios nos ha dado, mediante palabras o acciones, el recordatorio de terminar fuertes puede incentivarnos. No nos cansemos (Gálatas 6:9). No abandonemos. Dios proveerá lo necesario para terminar con fuerza.

Reflexiona y ora

¿Qué haces cuando te cansas y tienes ganas de rendirte? ¿Qué beneficio tiene terminar fuerte?
Padre, quiero terminar fuerte para tu gloria.

0 Comentarios

Añadir Comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *