Mientras hablaba por teléfono con una amiga que vive en la costa del mar, le dije cuánto me gustaba oír el graznido de las gaviotas. «Criaturas viles», respondió ella, porque le resultan una amenaza constante. Al vivir en Londres, yo siento lo mismo respecto a las zorras. No me resultan animales bonitos, sino criaturas que […]