Una petición sencilla

La escritura de hoy :

«Por favor, limpia la habitación del frente antes de irte a dormir», le dije a una de mis hijas. Instantáneamente, vino la respuesta: «¿Por qué no ella?».

Esta leve resistencia era frecuente cuando nuestras hijas eran pequeñas, y mi respuesta era siempre la misma: «No te preocupes por tus hermanas; te pedí a ti».

En Juan 21, vemos esta tendencia humana ilustrada entre los discípulos. Después de restaurar a Pedro luego de que lo negara, Jesús le dijo: «Sígueme» (21:19); un mandato simple pero doloroso. Explicó que Pedro lo seguiría hasta la muerte (vv. 18-19).

Pedro apenas había entendido las palabras de Jesús, cuando preguntó por el discípulo detrás de ellos: «¿y qué de este?» (v. 21). Jesús respondió: «Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué a ti? Sígueme tú».

¡Cuántas veces somos como Pedro! Nos preguntamos sobre la vida espiritual de otros y no vemos lo que Dios está haciendo en nosotros. Tiempo después, Pedro explicó mejor el simple mandato de Jesús, escribiendo: «como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia; sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir» (1 Pedro 1:14-15). Esto basta para que nos enfoquemos en Jesús y no en quienes nos rodean.

De:  Matt Lucas

Reflexiona y ora

¿Cómo estás tentado a comparar tu andar en la fe con el de otros? ¿Cómo te mantendrás enfocado en Jesús hoy?
Padre, sigue conformándome a la imagen de tu Hijo.

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