IGLESIA EVANGÉLICA BAUTISTA DE ZARAGOZA

PACTO DE IGLESIA

Con motivo de la celebración de nuestro 50 aniversario como iglesia, y siguiendo el ejemplo del pueblo de Dios a lo largo de la historia, redactamos este pacto de iglesia con el deseo de que sirva de afirmación y renovación de nuestra fe ante Dios, nuestros hermanos, y la ciudad de Zaragoza. Con ese deseo:

1. Damos gracias a nuestro Dios – Padre, Hijo y Espíritu Santo – por haber demostrado su gracia por todos nosotros, miembros de su Cuerpo. Al Padre adoramos, a Jesucristo nos rendimos, y al Espíritu Santo escuchamos, buscando que este pacto muestre que somos una congregación apasionada por Dios y por las personas.

2. Deseamos que la unidad del Espíritu sea una realidad en nuestra iglesia, por lo que oraremos y trabajaremos para fomentarla y mantenerla. Promoveremos un sano ambiente que contribuya a que todas nuestras actividades y relaciones sean de alabanza y adoración a nuestro Señor. Por ello, con nuestras palabras y conducta, queremos ser de ejemplo y bendición para el resto de la congregación.

3. Nos comprometemos a conocer más y mejor a nuestro Dios, estudiando su Palabra y anhelando que nos enseñe a vivir siguiendo el ejemplo de nuestro Señor Jesucristo. Para ello, como miembros de la IEBZ, nos esforzaremos en no dejar de reunirnos, buscando así que nuestra fe sea reforzada al presentarnos juntos ante Dios.

4. Asumimos nuestra responsabilidad en el cuidado, guía y ánimo de los demás miembros de la iglesia, velando en oración con peticiones y acción de gracias a nuestro Padre Celestial, y estando disponibles para ser de ayuda en sus necesidades.

5. Nos comprometemos a mantener un testimonio digno de nuestra vocación cristiana, reconociendo a aquéllos que nos presiden y dirigen en el Señor, honrando a nuestras autoridades civiles, mientras velamos para que nuestra lealtad y obediencia sea a Dios por encima de toda persona o institución.

6. Afirmamos que la misión de la Iglesia es la proclamación, educación, servicio, comunión, y adoración. Contribuiremos, por lo tanto, al sostenimiento de nuestros ministerios haciendo una sabia administración de nuestros dones, tiempo, relaciones, y posesiones, orando en todo tiempo para que Cristo sea el centro de nuestro caminar comunitario.

7. Predisponemos nuestros corazones para ser exhortados y corregidos por la Palabra de Dios, así como por nuestros pastores y líderes espirituales, los cuales velan por nuestras almas como quienes han de dar cuenta. Para ello, todos juntos buscaremos, en humildad, sujetarnos a la autoridad de Dios y llevar fruto en toda buena obra.

Que la gracia del Señor Jesucristo, y el amor de Dios, y el compañerismo del Espíritu Santo sea con todos nosotros. Amén. 2ª Corintios 13:14

Zaragoza, 26 de septiembre de 2021