En la escuela secundaria, todos admiraban la actitud de llevarse bien con todos y el talento deportivo de Juan. Después de asistir a una iglesia local, decidió seguir a Jesús. Hasta entonces, había tenido problemas familiares y había usado drogas para calmar su dolor. Durante un tiempo, luego de su conversión, todo parecía andar bien, pero, años después, comenzó a drogarse otra vez. Sin una ayuda adecuada y un tratamiento permanente, finalmente murió por una sobredosis.
Es fácil volver a lo conocido cuando enfrentamos dificultades. Cuando los israelitas previeron el ataque asirio, volvieron a buscar ayuda en los egipcios… sus antiguos esclavizadores (Isaías 30:1-5). Dios predijo que eso sería desastroso, pero siguió protegiéndolos a pesar de esa mala decisión. Isaías expresó el sentir de Dios: «el Señor espera para tener piedad de vosotros, y por eso se levantará para tener compasión de vosotros» (v. 18 NBLA).
Esta es la actitud de Dios hacia nosotros, aun cuando decidimos mirar hacia otro lado para adormecer nuestro dolor. Él quiere ayudarnos, sin que nos perjudiquemos con hábitos que crean dependencia. Ciertas sustancias y acciones nos tientan con una sensación de alivio inmediato, pero Dios quiere brindar la sanidad genuina al caminar cerca de Él.
0 Comentarios