Desde la cocina, mi hija exclamó: «¡Mamá, hay una mosca en la miel!». Le contesté en broma con un conocido dicho: «Más moscas se atrapan con miel que con hiel». Aunque era la primera vez que (accidentalmente) atrapaba una mosca con miel, la sabiduría de este moderno proverbio me llevó a citarlo: es más probable que persuadan a las personas los pedidos amables que una actitud amargada.
Proverbios nos ofrece una colección de dichos sabios inspirados por el Espíritu de Dios, los cuales nos guían y enseñan verdades importantes sobre cómo vivir de maneras que honren al Señor. Muchos de los proverbios se centran en las relaciones interpersonales, incluido el profundo efecto que pueden tener nuestras palabras sobre los demás.
Entre los que se le atribuyen al rey Salomón, él advirtió sobre el daño que causa el testimonio falso contra un prójimo (Proverbios 25:18), los conflictos que resultan de una «lengua detractora» (v. 23) y el efecto escalofriante de las quejas permanentes (v. 24). Por eso, alienta a los lectores diciendo que la bendición llega cuando nuestras palabras traen buenas noticias (v. 25).
Cuando procuramos aplicar estas verdades, el Espíritu de Dios nos ayuda con «la respuesta de la lengua» (16:1), haciéndola dulce y refrescante.
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