Correr hacia un desafío

La escritura de hoy :

Tomás perseguía a los muchachos que le había robado la bicicleta a su amigo. Sin un plan, lo único que sabía era que tenía que recuperarla. Sorprendentemente, los tres ladro nes miraron hacia atrás, dejaron caer la bicicleta y desaparecie ron. Se sintió aliviado e impresionado consigo mismo al levantarla y dar la vuelta. Fue entonces que vio a Juan, su musculoso amigo que había venido corriendo detrás de él…

El siervo de Eliseo sintió pánico cuando vio la ciudad rodeada de un ejército enemigo. Corrió y exclamó: «¡Ah, señor mío! ¿Qué haremos? », Pero Eliseo le dijo que se tranquilizara:« más son los que están con nosotros que los que están con ellos ». Entonces, Dios le abrió los ojos, «y miró; y he aquí que el monte estaba lleno de gente de a caballo, y de carros de fuego alrededor de Eliseo »(2 Reyes 6: 15-17).

Si te esfuerzas por seguir a Jesús y hacer lo correcto, tal vez corras algunos riesgos: perder la reputación o la seguridad, o incluso el sueño al preguntarte qué sucederá. Recuerda que no estás solo. No tienes que ser más fuerte ni más inteligente que el desafío que se presenta. Dios está contigo y es más fuerte que cualquier rival: «Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?» (Romanos 8:31). ¿Quién? Nadie. Corre hacia tu desafío… con Dios.

De: Mike Wittmer

Reflexiona y ora

Dios, ¡gracias por estar siempre conmigo!
¿Qué te despierta durante la noche? ¿Cómo puedes entregarle a Dios tus preocupaciones?

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