¿Dios está escuchando?

La escritura de hoy :

Cuando serví en el equipo de asistencia a la congregación de mi iglesia, una de las tareas era orar por las peticiones que dejaban escritas en el banco durante las reuniones: la salud de una tía, las finanzas de una pareja, que un nieto encontrara a Dios. Raras veces oía sobre los resultados de esas oraciones, ya que los pedidos eran anónimos y no tenía manera de saber cómo había respondido Dios. Confieso que a veces me preguntaba: ¿Él realmente escucha? ¿Sucede algo como resultado de mis oraciones?

La mayoría nos preguntamos si Dios nos oye. Recuerdo mis ruegos por tener un hijo, que no tuvo respuesta durante años. Y para que mi padre creyera en Cristo, pero que murio sin haberlo manifestado.

A través de los siglos, hay millares de ejemplos en los que Dios inclinó su oído para escuchar: los gemidos de Israel bajo la esclavitud (Éxodo 2:24); a Moisés en el monte Sinaí (Deuteronomio 9:19); a Josué en Gilgal (Josué 10:14); a Ana por un hijo (1 Samuel 1:10-17); a David para ser librado de Saúl (2 Samuel 22:7).

El clímax está en 1 Juan 5:14: «si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye». La palabra «oye» significa prestar atención y responder tras haber escuchado.

Al acudir a Dios hoy, confiamos en su oído atento. Él oye nuestros ruidos.

De: Elisa Morgan

Reflexiona y ora

Haz una pausa para considerar qué fue lo último que le pediste a Dios. ¿Qué te motivó a hacerlo? ¿Cómo puedes saber que Dios te oye?
Padre, acudo a ti, confiando en que me oyes porque lo prometiste.

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