El secreto

La escritura de hoy :

A veces, sospecho que mi gato sufre de un caso grave de MDPA (miedo de perderse algo). Cuando llego a casa con comestibles, corre para inspeccionar qué hay. Cuando corto vegetales, se para sobre sus patas para espiar y rogarme que le dé un poco. Pero cuando finalmente le doy lo que se le antoja, pierde el interés de inmediato y se aleja con un aire de aburrido resentimiento.

Pero sería hipócrita si criticara a mi amiguito. Él refleja un poco mi insaciable deseo de tener más; mi suposición de que «ya mismo» nunca basta.

Según Pablo, el contentamiento no es algo innato, sino que se aprende (Filipenses 4:11). Nuestra naturaleza nos lleva a buscar desesperadamente todo lo que pensamos que nos dará satisfacción; y en cuanto nos damos cuenta de que no lo hace, pasamos a otra cosa. Otras veces, el descontento nos lleva a protegernos ansiosamente de toda amenaza sospechosa.

Irónicamente, en veces, es necesario experimentar lo que más tememos para llegar a disfrutar de gozo real. Así, Pablo podía dar testimonio personal del secreto del verdadero conten tamiento (vv. 11-12): la misteriosa realidad de que al presentar ante Dios nuestros anhelos, obtenemos una paz inexplicable (vv. 6-7), profundizada por el poder, la belleza y la gracia de Cristo.

De: Administrador del sitio

Reflexiona y ora

Padre, ayúdame a encontrar satisfacción en mi comunión constante contigo.
¿Cómo experimentaste una paz impensada cuando menos lo esperabas? ¿Qué anhelos o temores desesperantes deberías entregarle a Dios?

0 Comentarios

Añadir Comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *