Cuando Dorris Kearns Goodwin decidió escribir un libro sobre Abraham Lincoln, el hecho de que ya se habían escrito 14.000 libros sobre el decimosexto presidente de Estados Unidos la intimidó. ¿Qué más se podía decir sobre este amado líder? Al final, su nueva visión sobre el estilo de liderazgo de Lincoln hizo que el libro fuera muy valorado y criticado favorablemente.

El apóstol Juan se enfrentó a un desafío diferente al escribir su relato del ministerio y la pasión de Jesús. El último versículo del Evangelio de Juan declara: «Y hay también otras muchas cosas que hizo Jesús, las cuales si se escribieran una por una, pienso que ni aun en el mundo cabrían los libros que se habrían de escribir» (Juan 21:25). ¡Juan tenía más material del que podría usar!

Así que su estrategia fue concentrarse en solo unos milagros selectos que respaldaban a lo largo de su relato las afirmaciones «Yo soy» de Jesús. Sin embargo, detrás de esta estrategia, había un propósito eterno: «Pero estas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre» (20:31). Entre las montañas de pruebas, Juan proporcionó muchas razones para creer en Jesús. ¿A quién puedes contarle sobre Él hoy?