Huir

La escritura de hoy:

La lección de introducción al aikido, una forma de artes marciales tradicional japonesa, me abrió los ojos. El sensei, el maestro, nos dijo que, cuando enfrentáramos a un atacante, nuestra primera reacción debería ser «huir». «Solo si no puedes huir, pelea», señaló con seriedad.

¿Huir? Quedé desconcertado. ¿Por qué este experto instructor de defensa personal nos decía que huyéramos de una pelea? Parecía contradictorio… hasta que explicó que la mejor forma de autodefensa es, en primer lugar, evitar pelear. ¡Por supuesto!

Cuando varios hombres fueron a arrestar a Jesús, Pedro reaccionó como algunos lo habríamos hecho: desenvainando su espada y atacando a uno de ellos (Mateo 26:51; Juan 18:10). Pero Jesús le indicó que la guardara, diciendo: «¿Pero cómo entonces se cumplirían las Escrituras, de que es necesario que así se haga?» (Mateo 26:54).

Si bien es importante tener sentido de la justicia, también lo es entender el propósito de Dios y de su reino, que nos llama a amar a nuestros enemigos y a devolver bien por mal (5:44). Es exactamente lo inverso a cómo reaccionaría el mundo, pero lo que Dios busca incorporar en nosotros.

Lucas 22:51 describe incluso que Jesús curó la oreja del hombre al que Pedro había atacado. Que aprendamos a responder como Él lo hizo, buscando la paz.

De:  Leslie Koh

Reflexiona y ora

¿Cómo reaccionaste últimamente ante una situación difícil? ¿Cómo se compara esto con la forma en que piensas que Jesús debería haber respondido?
Padre, dame un corazón pacífico.

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