La ecología

La creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad… Sabemos que toda la creación gime a una.
Romanos 8:20, 22

Esta palabra, empleada la primera vez por Ernst Haeckel en 1866, designa una ciencia que estudia las relaciones entre los seres vivos y su entorno. Cada vez la ecología fue cobrando más importancia debido a los conflictos entre los intereses económicos, por una parte, y la protección de la naturaleza, por la otra.

El desarrollo de las sociedades modernas y de sus industrias no tiene muy en cuenta los equilibrios naturales del planeta. Actualmente muchas personas son conscientes de su responsabilidad en el desarrollo de la contaminación. Reconciliarse con la naturaleza, respetar el planeta, vivir de forma más natural, son ahora las preocupaciones corrientes.

Pero la constatación del conflicto entre el hombre y su entorno nos hace pensar en un problema fundamental, cuyas consecuencias son mucho más graves: la ruptura de la relación del hombre y su Creador. ¡Es tiempo de reconciliarse con Dios! Si bien él es el Creador, también es el Dios que desea tener una relación con cada ser humano en un contexto nuevo: ¡el de una nueva creación!

Jesús, el Hijo de Dios, vino a la tierra en semejanza de hombre para mostrar a su criatura el camino de acceso al nuevo nacimiento: “Os es necesario nacer de nuevo” (Juan 3:7). Se trata de una transformación incomprensible para la mente humana, ocurre en el momento en que la persona cree en Jesús como su Salvador personal. “Si alguno está en Cristo, nueva criatura es (otros traducen: nueva creación); las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2 Corintios 5:17). En este contexto nuevo, el creyente y Dios, su Creador, pueden vivir en perfecta armonía.

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