¡Qué grandioso es nuestro Dios!

La escritura de hoy:

Desde hace mucho, las huellas digitales se han usado para identificar a personas, pero pueden ser falseadas por imitaciones. Del mismo modo, el iris del ojo humano es una fuente confiable de identidad… hasta que alguien altera el patrón con una lente de contacto. El uso de la biometría para identificar individuos puede fracasar. Entonces, ¿qué es lo único aceptable como característica de identificación? Los patrones de los vasos sanguíneos son particulares y virtualmente imposibles de falsear. Tu «mapa venoso» es un identificador excluyente que te distingue de cualquier otra persona del planeta.

Meditar en semejante complejidad del ser humano debería despertar un sentimiento de adoración y asombro por el Creador que nos hizo. David nos recordó que «asombrosa y maravillosamente» hemos sido hechos (Salmo 139:14), y que esto es sin duda digno de celebrar. En realidad, el Salmo 111:2 (RVR1977) nos recuerda: «Grandes son las obras del Señor, dignas de meditarse por cuantos en ellas se complacen».

Aún más digno de nuestra atención es el divino Hacedor. Sus obras son maravillosas, pero Él lo es más, lo cual impulsa al salmista a decir: «Porque tú eres grande, y hacedor de maravillas; sólo tú eres Dios» (86:10).

Maravillémonos hoy en la grandeza de su Persona.

De:  Bill Crowder

Reflexiona y ora

¿Qué cosas te generan una sensación de asombro y admiración? ¿Cómo harás tiempo hoy para alabar a Dios por sus obras maravillosas?
Padre, ayúdame a maravillarme mayormente en ti.

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