Ternura divina

La escritura de hoy:

Una vez, oí que un empresario decía que, en sus años de universidad, solía sentirse «impotente y desesperado» por crisis depresivas. Lamentablemente, nunca habló con un doctor sobre sus sentimientos, sino que recurrió a planes más drásticos: solicitó en una biblioteca un libro sobre el suicidio y estableció una fecha para quitarse la vida.

Dios se interesa por los «desesperados y desesperanzados», y lo vemos en cómo trató a personajes de la Biblia en sus momentos oscuros. Cuando Jonás quería morirse, conversó tiernamente con él (Jonás 4:3-10). Cuando Elías le pidió que le quitara la vida (1 Reyes 19:4), le proveyó pan y agua para recuperarse (vv. 5-9), le habló con dulzura (vv. 11-13) y lo ayudó a ver que no estaba solo (v. 18). Dios se acerca con ayuda práctica y tierna a los abatidos.

La biblioteca envió una nota al estudiante cuando el libro estuvo listo para retirar, pero por equivocación, llegó al domicilio de sus padres. Cuando su desconsolada madre lo llamó, se dio cuenta de la devastación que le provocaría. Ese error hace que todavía esté vivo.

No creo que aquel estudiante se haya salvado por suerte o casualidad. Ya sea que se trate de pan o agua cuando lo necesitamos o de una dirección equivocada, es la ternura divina lo que interviene misteriosamente para salvarnos.

De:  Sheridan Voysey

Reflexiona y ora

¿Cómo obró Dios por ti en un momento de desesperación? ¿En dónde más has visto la ternura divina en acción?
Dios, te alabo por tu cuidado.

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