¿Alquilar amigos?

La escritura de hoy :

La gente se siente cada vez más sola. En Estados Unidos, desde 1990, la cantidad de personas sin amigos se ha cuadruplicado. Algunos países europeos tienen un 20 % de la población que se siente sola. Y en Japón, algunos ancianos se han vuelto delincuentes para ir a la cárcel y tener compañía.

Los emprendedores han propuesto una «solución» para esta soledad epidémica: alquilar un amigo. Por un arancel por hora, esas personas se reúnen contigo en una cafetería o te acompañan a una fiesta. A alguien que se dedica a esta tarea se le preguntó quiénes formaban su clientela, y dijo: «Profesionales de 30 a 40 años de edad que trabajan muchas horas y no tienen tiempo para hacer amigos».

Eclesiastés 4 describe a una persona que está totalmente sola, sin «hijo ni hermano». No «cesa de trabajar» pero se siente insatisfecha (v. 8). «¿Para quién trabajo yo…?», se pregunta ante su grave situación. Mucho mejor es invertir en personas, que aliviarán la carga y ayudarán (vv. 9-12). En definitiva, tener éxito sin amistades es «vanidad» (v. 8).

El versículo 12 nos dice que un cordón de tres dobleces no se rompe fácilmente, pero tampoco se entrelaza con rapidez. Puesto que los amigos verdaderos no pueden alquilarse, invirtamos tiempo en forjar amistades, con Dios como la tercera hebra que nos une.

De:  Sheridan Voysey

Reflexiona y ora

Padre, ayúdame a ser un amigo leal.
¿Cómo estás invirtiendo tiempo y esfuerzo en tus amistades? ¿A quién podrías incorporar ahora a tu grupo de amigos?

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