… Invoqué en mi angustia al Señor, y él me oyó… (Jonás 2:2). Mi madre descubrió a mi gatita Velvet arriba de la mesada de la cocina, devorando el pan casero. Con un suspiro de frustración, la echó por la puerta. Horas después, buscamos sin éxito por todo el patio a la gata desaparecida. Un débil […]