Charlas de fe en casa

La escritura de hoy:

«No hay mejor lugar que en casa». Esta frase inolvidable dicha por Dorothy en El mago de Oz revela un recurso narrativo que se encuentra en un número asombroso de recordadas historias, desde La guerra de las galaxias hasta El rey león. Se lo conoce como «monomito»: una persona común que vive una vida común, cuando se presenta una aventura extraordinaria. El personaje deja su casa y viaja a un mundo distinto donde le aguardan pruebas y dificultades, así como mentores y villanos. Si supera las pruebas y demuestra heroísmo, la etapa final es regresar a casa con historias para contar y más sabiduría. El último acto es crucial.

La historia del endemoniado se asemeja mucho al monomito. Es interesante que, en el último acto, el hombre le rogó a Jesús que le permitiera «estar con él» (Marcos 5:18), pero Jesús le dijo: «Vete a tu casa, a los tuyos» (v. 19). Era importante que, tras su periplo, aquel hombre regresara a su casa a quienes mejor lo conocían y les contara su asombrosa historia.

Dios nos llama a cada uno de diferentes maneras y a distintos escenarios. Para algunos, puede ser crucial para nuestro periplo de fe ir a casa y contar nuestra historia a los que más nos conocen. El llamado es: «No hay mejor lugar que en casa».

De:  James Banks

Reflexiona y ora

¿Quién de «tu gente» necesita oír lo que Dios ha hecho por ti? ¿Cómo sería el primer paso en ese periplo?
Señor, dame valor para testificar de ti a mis familiares y amigos.

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