El resto de nuestra historia

La escritura de hoy :

Por más 60 años, el periodista Paul Harvey fue una voz conocida en la radio estadounidense. Seis días por semana, se lo oía decir con un estilo original: «Ya sabes cuál es la noticia; en un minuto, oirás el resto de la historia». Tras una breve publicidad, contaba una historia poco conocida de una persona muy conocida. Sin revelar hasta el final el nombre de la persona, deleitaba a los oyentes con su teatral cadencia: «Y ahora ya sabes… el resto de la historia».

La visión del apóstol Juan de cosas pasadas y futuras se revela con una promesa similar. Sin embargo, su historia comienza con una nota triste. No podía dejar de llorar cuando vio que ningún ser creado podía explicar hacia dónde iba la historia (Apocalipsis 4:1; 5:1-4). Luego, oyó una voz que brindaba esperanza en «el León de la tribu de Judá» (v. 5). Pero al mirar, en lugar de ver un león conquistador, vio un cordero como inmolado (vv. 5-6). La extraña visión generaba olas de celebración alrededor del trono de Dios. Tres coros se fueron uniendo: veinticuatro ancianos, innumerables ángeles, y todo lo creado en el cielo y la tierra (vv. 8-14).

¿Quién habría imaginado que un Salvador crucificado sería la esperanza de toda la creación, la gloria de nuestro Dios y el resto de nuestra historia?

De:  Mart De Haan

Reflexiona y ora

¿Qué temores y tristezas tienes que necesitan la esperanza que da Jesús? ¿Cómo te ayudan sus títulos a adorarlo?

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