Generosidad y gozo

La escritura de hoy:

Los investigadores nos dicen que existe un vínculo entre la generosidad y la alegría: los que dan su dinero y tiempo a otros son más felices. Un psicólogo concluyó: «Dejemos de pensar en dar como una obligación moral y empecemos a considerarlo una fuente de placer».

Aunque dar puede hacernos felices, me pregunto si la felicidad debería ser el objetivo de hacerlo. Si somos generosos solo para sentirnos felices, ¿cómo nos afectarían las necesidades más difíciles y terrenales que requieren nuestro apoyo?

La Escritura vincula la generosidad con la alegría sobre una base diferente. Después de dar de su propia riqueza para construir el templo, el rey David invitó a los israelitas a hacer lo mismo (1 Crónicas 29:1-5), y así lo hicieron con alegría (vv. 6-8). Pero qué motivó esa alegría: «se alegró el pueblo […] porque de todo corazón ofrecieron al Señor voluntariamente» (v. 9).

Los misioneros saben que es más fácil levantar fondos para la evangelización que para temas administrativos, porque a los creyentes en Cristo les gusta sentir que están financiando la obra en la primera línea. Seamos generosos también ante las necesidades de los demás. Después de todo, Jesús se entregó voluntariamente para suplir nuestras necesidades (2 Corintios 8:9).

De:  Sheridan Voysey

Reflexiona y ora

¿Por qué piensas que la generosidad y la alegría están relacionadas? ¿Qué necesidad «aburrida» puede beneficiarse de tu generosidad?
Padre, dame un corazón dispuesto a ser generoso hacia las necesidades comunes y corrientes.

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