Un lugar para residir

La escritura de hoy :

Los martinetes —aves pequeñas relacionadas con las golondrinas— hacen su nido en las riberas. Los desarrollos urbanísticos en el sureste de Inglaterra han reducido su hábitat, y las aves tienen cada vez menos lugares para anidar cuando regresan de su migración invernal cada año. Los conservacionistas locales decidieron construir enormes bancos de arena artificiales para albergarlos. Con la ayuda de una compañía de esculturas de arena, elaboraron espacios para que las aves se establecieran en el futuro.

Este bondadoso acto compasivo describe vívidamente las palabras de Jesús para consolar a sus discípulos. Después de decirles que se iba y que no podrían acompañarlo (Juan 13:36), les aseguró que les prepararía un lugar para ellos en el cielo (14:2). Aunque tenían motivo para entristecerse por lo que Jesús les había dicho, el Señor los alentó a considerar aquel santo mandato como parte de su preparativo para recibirlos… a ellos y a nosotros.

Sin la obra sacrificial de Jesús en la cruz, esas «muchas moradas» en la casa del Padre no podrían recibirnos (v. 2). Tras ir antes que nosotros a prepararlas, Cristo nos asegura que regresará y llevará con Él a los que hayan confiado en su sacrificio. Entonces, estableceremos gozosos nuestra residencia con Él eternamente.

De:  Kirsten Holmberg

Reflexiona y ora

¿Cuándo has sentido que no estabas «como en casa» en esta vida? ¿Qué es lo que más anhelas del cielo?

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